Nunca antes el diesel Triturbo de BMW se había sentido tan potente como en el ACS1 5.0d. Condujimos el BMW 150d no oficial de AC Schnitzer para un informe de tuning.
Con el BMW 150d, AC Schnitzer puso patas arriba las reglas actuales del tuning de deportivos compactos a finales del año pasado. Con el ACS1 5.0d, la empresa de Aquisgrán presentó un vehículo que muchos conductores de la serie 1 -incluidos nosotros- aún no pueden quitarse de la cabeza. Se nos permitió echar un vistazo al BMW 15od no oficial para realizar un primer informe de conducción y experimentar varias primicias: Nunca antes nos habíamos sentado al volante de un Serie 1 con un diésel de seis cilindros, nunca antes habíamos conducido un Serie 1 con la presión de tres turbocompresores. Y nunca antes había existido un Serie 1 que pudiera ser el legítimo portador de la prometedora insignia BMW 150d.
En realidad, el Über-1er, visualmente sobrio, prescinde de esta inscripción; en su lugar, la abreviatura ACS1 5.0d está blasonada en letras rojas en la parte trasera. Y, por supuesto, para un vehículo puesto originalmente sobre ruedas como coche de exhibición para el Salón del Automóvil de Essen, hay algunos otros detalles que indican la transformación de inofensivo representante de la clase compacta en terrorífico deportivo. Llantas de 19 pulgadas, un labio spoiler en la parte delantera, un alerón trasero y un sistema de escape que recuerda al de los M135i y M140i distinguen claramente al coche de serie, y eso que el diesel tuneado no es ni de lejos tan grueso como sus reservas de potencia le permitirían.
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Porque si echamos un vistazo a los motores diésel de la clase compacta, difícilmente podremos evitar sonreír al ver los datos del AC Schnitzer BMW 150d. El diesel más potente disponible de fábrica es el 125d, que con su motor biturbo de cuatro cilindros produce unos impresionantes 224 CV y 450 Newton metro de par. Sin embargo, cuando el ACS1 5.0d entra en el astillero, el 125d apenas se reconoce a la sombra de su hermano mayor: El motor del tuning 1 de Aquisgrán tiene dos cilindros más, un litro más de cilindrada y un tercer turbocompresor.
No es de extrañar que los datos de prestaciones también estén en otra liga: Pero 400 CV y 800 Newton metro de par motor no sólo hacen palidecer a todos los diésel estándar de la clase compacta, sino que además no tienen por qué temer la comparación con la élite de gasolina de esta clase. Pero lo que ninguna hoja de datos de este mundo puede reproducir es la sensación que se tiene al conducir el BMW 150d: ¡en ningún otro lugar el turbodiésel se muestra tan bruto como en el caparazón compacto del BMW Serie 1!
Aunque el BMW más pequeño tiene un peso en orden de marcha de 1.645 kilogramos tras la transformación en Aquisgrán y, por tanto, ya no es un peso ligero clásico, tampoco es apenas más pesado que las demás variantes de seis cilindros con tracción total. Por cierto, el ACS1 5.0d también logra la mejor relación peso-potencia de los turismos diésel, ya que apenas hay que mover más de cuatro kilogramos por caballo de potencia. Además del enorme motor diésel delantero, la tracción total también contribuye al peso, ya que un 120d xDrive sirvió de base para el proyecto de tuning. Además del diésel triturbo, AC Schnitzer también ha tomado la caja de cambios del M550d, después de todo, los 800 Newton metro de par motor romperían la automática de ocho velocidades de un 120d en sus componentes en poco tiempo.
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Cuando el motor cobra vida, un sonido poderoso con graves profundos anuncia inmediatamente la fuerza elemental que está ahora a disposición del conductor. El aislamiento acústico audiblemente reducido en comparación con la Serie 5 o el X5 -el entorno natural del turbodiesel- hace que el motor suene aún más imponente y gutural de lo que uno recuerda de los modelos M50d. Ni que decir tiene que la fascinación del sonido de autoencendido se basa más en la simpática actitud de un Bud Spencer (¡Ten cuidado, grandullón!) y no puede competir con la noble sutileza de un motor de gasolina de seis cilindros en línea.
Con una distribución del peso del 56% al 44%, el ACS1 5.0d es ligeramente delantero, pero en términos porcentuales sigue habiendo menos peso en el eje delantero que en los deportivos compactos de otros fabricantes. Y gracias a la suspensión de competición AC Schnitzer diseñada originalmente para el M135i, al BMW 150d también le encantan las curvas de todo tipo, aunque pone a prueba los límites de la idoneidad para el día a día. Pero es innegable que el Serie 1 impresiona aún más en las rectas: La forma en que el propulsor triturbo empuja al Serie 1 hacia el horizonte recuerda a la soberanía de las berlinas de lujo con motor de alta cilindrada y no tiene parangón en la clase compacta.
Nuestro vídeo del velocímetro muestra la brutalidad con la que el turbodiésel agarra la aguja del velocímetro y la lanza de un lado a otro de los instrumentos redondos. Según AC Schnitzer, el coche pasa de 0 a 100 en 4,5 segundos, gracias en gran parte a la tracción total sin deslizamiento. El hecho de que el Serie 1 Tuning sea visualmente comedido -en comparación con sus prestaciones- y evite deliberadamente el gran espectáculo con enormes alerones y colores llamativos, lo hace aún más simpático para todos los aficionados a la sobriedad.