Prueba del Jaguar F-Pace 20d AWD: ¿todo son palabras?

Si hay un SUV que esperaba con ganas, ese es el F-Pace de Jaguar. Llamativo, agresivo, imponente, tiene todas las papeletas para imponerse en el competitivo mercado de los SUV premium. Primer intento de Jaguar en este segmento, ¿tendrá éxito? ¿Quieres encontrar tu coche de ocasión en Barcelona al mejor precio? Elige el concesionario de coches ocasión en Barcelona Crestanevada.

 

Sobre el papel, se dan todas las condiciones para que el último F-Pace sea un superventas: beneficiándose (teóricamente) de la experiencia y el saber hacer de Land Rover, del trazo de un maestro en la materia, de unos motores más bien demostrativos (viva el F-Type) y de una coyuntura económica favorable, obviamente pensamos en un primer momento que el acuerdo está hecho. Incluso podría destronar a la referencia en términos de sex appeal: el Range Rover Evoque. ¡Cuánto entusiasmo!

Pero no nos adelantemos, ¿vale? Exploremos primero la gama de motores y acabados disponibles en este recién llegado. La puerta de entrada es el motor diésel de 4 cilindros y 2.0L que desarrolla 180 CV, asociado a una transmisión manual y sólo 2 ruedas motrices. Por supuesto, también puedes optar por una tracción total y una transmisión automática ZF de 8 velocidades. La gama diésel se completa con el 3.0L V6 de 300 CV que también equipan las berlinas de la gama (ver prueba del XF aquí), mientras que la gama de gasolina se desglosa en dos versiones del otro 3.0L V6 de la gama, con 340 y 380 CV, ambos sólo disponibles con tracción total y cambio automático.

 

A primera vista, ya lamentamos la ausencia de un motor de gasolina de 4 cilindros que podría haber constituido un nivel intermedio para los compradores que no son amantes de la potencia y corresponder así mejor a la situación actual (en España al menos) que pretende erradicar definitivamente el diesel de nuestras ciudades. Sabiendo que la mayoría de los propietarios de SUV suelen viajar en ciudad, esta elección no habría estado fuera de lugar, al contrario.

 

La oferta de niveles de acabado es bastante amplia, desde el «Pure» (un nivel que incluye …..heuuuuu, llantas y volante…) hasta el Portfolio, pasando por niveles intermedios como el Prestige (centrado en el equipamiento) o el R-Sport, como nuestro modelo de pruebas. Los coches V6 de gasolina tienen su propio acabado exclusivo «S». Con el F-Pace, hay algo para todos los gustos y (casi) todos los presupuestos. Al igual que Range Rover con el Evoque, Jaguar pretende lanzar una amplia red ofreciendo un precio de partida de unos 44.000 euros para llegar a superar ampliamente los 100.000 euros para un modelo equipado con el V6 de 380 CV y unas cuantas opciones bien elegidas.

 

Echemos un vistazo más de cerca a nuestro modelo. Es un F-Pace 20d AWD R-Sport. Está equipado con un motor diésel de 4 cilindros y 2,0 L y 180 CV asociado a una caja de cambios automática ZF de 8 velocidades y tracción total. Casi 1,8 toneladas para sólo 180 CV, hay algo de lo que preocuparse, a pesar de los 430 Nm de par y los datos del fabricante que son bastante elogiosos para la máquina: 8,7 segundos de 0 a 100 km/h y una velocidad máxima de 208 km/h (por supuesto, no pude verificar esta última cifra). ¿No es un bocado? Hay que decir que con semejante aspecto, cuando ves a semejante bestia por el retrovisor, la idea suele ser alejarse rápidamente (la firma LED de las luces diurnas también es un factor a tener en cuenta, confiere al F-Pace una presencia real): da igual que tengas algo de empuje. Y no se puede negar. Un trayecto París-Deauville por autopista es la prueba perfecta para este tipo de coche por varias razones:

 

1/Será sin duda el terreno en el que más se utilice y más cómodo resulte. ¿Qué puede haber mejor que acuclillarse en el carril de la izquierda, pegado a los rezagados con intermitentes izquierdos y muchos faros?

 

2/La oportunidad de ver cómo reaccionaban los curiosos ante este recién llegado al segmento de los SUV premium.

 

3/El destino encaja perfectamente con la filosofía y el aspecto del coche: llamativo, ancho, descarado y atraerá sin duda a una clientela esnob para la que la apariencia cuenta más que cualquier otra cosa.